Esta es la primer Antología teatral de la Asociación de dramaturgos de Córdoba.

sábado, 29 de marzo de 2008

ORTOPTERO

(En el espacio una silla que porta un bastón. Entra actor.)

Actor: Que se vayan ellos, que se vayan. Todos sabemos de quienes estoy hablando. No los queremos... siempre hicieron lo mismo, siempre. Cobardes insignificantes criaturas que pretenden cargarnos su miedo. Ruines y servidores... Pueden ser cualquier cosa, pero hombres no, no pueden ni quieren serlo. Es que hay personas que tienen un fuego tan chiquito que no calienta ni puede alumbrar. Decrépitos burgueses de apellido. Carroñeros. Pobres, pobres, pobrecitos ignorantes. Abnegadamente ostentan su poder sin darse cuenta que es tan diminuto como ellos y visiblemente cloacal.
(Actor repara en la silla y emprende la acción de defecar sobre la misma. Se transforma en niño y danza, se transforma en un insecto, un insecto-milico, un insecto cura, insecto que ataca)
Apagón.

Niño: Ayyyyyy....¡¡¡Prendan la luz! Ta’ oscuro aca, me asusto, prendan la luz, vienen todos bichos, los monstruos, cuco caca, cuco caca
(Comienza a tener hipo, los espasmos se manifiestan fuertemente)
Ufa, hipo, y el hipo me da asma, mami vení, mami, donde estas mamita, dame el chuf
(Como si se aspirara un medicamento en aerosol) mami...

(Actor toma un pañuelo y se transforma en abuela)

Abuela: Te parece bien.
¿Te parece bien maleducado?
¿Te parece bien eso, maleducado? No entiendo como podes ser tan odioso.
¡No digas nada, no quiero escucharte! No tenes vergüenza.
Ojala tu cabeza pudiera sacar la caca que tiene adentro. Además, si hiciste eso es porque querías hacerlo.
No, no te justifiques!!! No intentes dar lastima porque producís asco, y no me jodas
mas, porque me vas a hacer calentar y te voy a cagar a palos; te lo mereces por
sorete.
Quiero reventar esa deformada cara. No me mires así, con esos ojos de sapo maricón...
(Sonríe) Bien, ahora si... ¿como se dice?...gracias, se dice. ¡Gracias!
¡Te cure el hipo!
Así me gusta, me lo merezco; te cure el hipo, graciasss.

Niño: ¡La abuela era maga!

Actor: ¡Y yo la admire!
(Se traslada hasta la silla)
Siempre llegaba yo a las 9 PM. Abría la puerta de atrás de la casa de mi otra abuela, entraba, cerraba, prendía la luz y allí estaba. Allí estaba la asquerosa cucaracha, arriba de la radio vieja. Entonces yo, repleto de asco, buscaba el bastón de mi abuela, que colgaba de la mesada sobre la cual se hallaba la radio y ella.

(Inicia ataque)
Se fue. Siempre se iba por algún pequeño lugar en donde yo no podría jamás encontrarla.
(Abandona la silla)
Esta historia se convirtió en rutina, se repetía, se repetía como tantas otras cosas, bichos, telarañas de mi vida: siempre llegaba yo a las 9 P.M y nos empeñábamos en repetir, ella y yo, la misma coreografía.
(Danza)
Coreografía en la que no se ausentaban nunca el asco, la burla, la frustración.
Los roles eran definidos: Allí la ganadora, aquí...
(Camina y explica)
Pero un día, porque siempre y por suerte así lo necesito creer, hay un: ‘’pero un día’’, ese momento se dio, y fue así, quizás una especie de táctica inconsciente aunque motorizada por una conciente sensación de miedo y/o hartazgo. Sea como sea, ese día llegué antes o después.
Antes, después, antes, después...
(Duda reiteradas veces, luego pasa su mano por la cabeza y huele)
Dudar no, dudar no sirve, dudar: caput.
Cuando los gusanos se apoderan del trono, sea cual sea, huele feo...Pero lo se, lo se. Es hora de que tiemblen y corran, el cuerpo tiene hambre y los ojos están abiertos.
(Va hacia silla)
Franquee la puerta y esto tiene siempre un significado importante, prendí la luz, observé la radio y ¡Oh sorpresa!, sobre la misma nada.
Movido por mi intuición, mi cuello hizo girar a mi cabeza hacia la izquierda y apuntar
su mirada hacia delante y abajo. La adrenalina saltó a borbotones, la temperatura corporal saltó hasta la nuca...y el miedo... y la repugnancia se fundieron en un acto.
(Deja la silla)
Estaba allí, el monstruo, mirándome, en el piso, observándome, descubierto, esperándome, desafiante.
Entonces el duelo empezó y mis zapatos llevaron a mi desgarbada figura danzando zancadas y pisotones torpes por el pasillo, el comedor diario hasta el comedor no diario. Probablemente su fortaleza macabra o su manera de decirme algo que yo en ese momento no estuve condiciones de entender. Lo cierto es que llegó a un punto estratégico, también de mis pesadillas y finalmente se entregó, o así lo quise entender yo.
Levanté bien alto mi pie derecho, lo dejé caer presuroso sobre ella y la aplasté.
Con el sabor dulce de la victoria que dio alivio a mi estómago relajado, me fui a dormir, y como suele ocurrir en esos casos, me dormí.
Pero, y siempre lamentablemente hay un pero, tuve la masoquista actitud de pensar en
la existencia de un cucaracho, pareja de la desaparecida victima, y tuve que tener esa imagen justamente ahí, en el momento en que lo despierto se transforma en lo dormido y nos volvemos negligentes y desarmados.
Y se vengó... (Lucha contra la silla), a la media hora se vengó implacable, a la media hora tenía un cucaracho así de grande todo sobre mí. El impulso defensivo fue tan grande que no se si volé o salté a una velocidad excesivamente superior a la del sonido y por supuesto, me desperté.
Como resultado: quince días de tratamiento fisioterapéutico debido que el potente esfuerzo defensivo fue tan grande que quedé duro, rígido, con la espalda crispada...Como un insecto. La maldita, con su carcajada de bisagra, otra vez me venció... Otra vez.
(Abandona la contractura. Canta)
‘’Loco, loco, loco,
Trepate a esta ternura de locos que hay en ti
Lara, lara, lará
Volá conmigo ya,
Vení, volá, vení’’
(Nuevamente se contractura)
Otra vez.
(Abandona la contractura y levanta la silla, busca el bastón)

Dejo constancia y pretendo que se interprete: ’’ Dije otra vez, no finalmente’’
(Apagón)

Niño: Cortaron la luz, otra vez, otra vez, mamáaaa...cuco, cuco, asma, hipo, abuela (Saca el pañuelo). No está, ayyyyy. (Inicia llanto que de a poco se transforma en carcajada)
Mi papá me dijo que así puedo salir a asustar a los fantasmas, ellos quieren venir a jugar pero a mi no me importa, que se caguen, mierda, carajo... Mi papá es Batman.

Actor: (Toma fósforos que prende y entrega al público)
Hay fuego, al fuego, recién elaborado el fuego, aproveche señora, aproveche. Hay fuegos grandes, hay fuegos chicos. Soberbios fogonazos prepotentes que encandilan y se apagan ahí nomás. Son mejores las chispitas saltimbanquis, barulleras, están aprendiendo, quieren jugar. Acá tengo llamitas, sencillas, humildes, pero que si se juntan son fogón. Por eso, creo, es bueno avivar el buen fuego, por Prometeo que nos lo dio. Por nosotros, que estamos. Por tantos otros que siempre en nosotros seguirán estando Para compartir un mate y para que nadie se quede sin guiso.
Bueno, el poeta pide eso, que el mundo sea un mar de fueguitos. Así que vamos, pongamos ganas, dejemos de ser cómplices, salgamos del sótano, entremos a la cancha con el pecho caliente y...prendamos... la lamparita.
(Luz cenital se enciende) Gracias (Al iluminador)... y muchas gracias a ustedes (A público)


Telón.

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1 comentario:

Juan Gomez dijo...

Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, mi nombre es Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un curar incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor entorno, póngase en contacto con el Dr. Ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com, también puede llamar o WhatsApp +2348052394128

ANTOLOGIA TEATRAL

ESTA ¨ANTOLOGIA TEATRAL¨ QUE TIENE COMO FIN MOSTRAR Y DIFUNDIR LOS TEXTOS INEDITOS, O YA EDITADOS DE LOS AUTORES QUE FORMAN PARTE DE LA ASOCIACION DE DRAMATURGOS DE CORDOBA.