Esta es la primer Antología teatral de la Asociación de dramaturgos de Córdoba.

viernes, 3 de octubre de 2008

LA PLAZA

Primera Escena
Dos Jóvenes en un banco en una típica plaza sostienen una cita, pero no es la primera.

Joven: A mi no me interesa realmente si nací en Siberia o en cualquier país tropical. Da igual.

Mujer: ¿No le interesa?

Joven: No. Mi madre igual que la suya hizo lo que pudo.

Mujer: Mi madre hizo lo que pudo. Es cierto.

Joven: ( Se saca el zapato) Mire, que objeto tan ridículo este. Pretende reemplazar a nuestras madres. Protección, confort.

Mujer: Por fin alguien se ha dado cuenta. Todo lo que ha desarrollado la humanidad tiende a remplazar al vientre materno.

Joven: ¡Que cosa esto del origen! A veces me aburre. Somos predecibles. Es cierto. La Historia se repite. Una y otra vez buscando las mismas cosas. Confort. Placer. Amor. Comodidad. Compañía.

Mujer: Algunos eligen el dolor y el sacrificio. "La sal de la Vida". "El valle de lágrimas" "La culpa"

Joven: ¡Que cosa con la culpa! ¿Gusta un refresco?.

Mujer: ¡Siiiiiiiii! ¡Que emoción!!! Algo refrescante para el cuerpo y para el alma. Si es posible efervescente, por favor.

Joven sale de escena precipitadamente. La Mujer espera. Joven regresa precipitadamente con dos gaseosas.

Joven: Brindemos por favor!!!

Mujer: ¿Por qué razón brindaríamos? ¿Tiene usted algún motivo en particular?

Joven: No tengo ninguno. ¿ A usted se le ocurre alguno? ¡En realidad si!. Tengo ganas de brindar porque se me ha manifestado un descubrimiento importante. Por ejemplo estoy convencido de que ignoro muchas más cosas de las cosas que se. Ojalá supiera lo que quisiera saber. ¿Qué saber? ¡Que saborrrrr tienen esas palabras!. Mmmm, se me hace agua la boca. La s tiene gusto agridulce. Me comería las eses de las palabras, o mejor, me comería todas las palabras. Hace tanto que no como torta, tarta, tarteleta de batata!!!!. Imagino una tarde lluviosa comiendo torta frita. No me dirá que la torta frita es un manjar burgués. Usted lo sabe bien. Es comida populosa, de gauchos o de guachos. Guacho es aquel al que no se le conoce padre alguno. O sea ateo, alguien que está fuera del reino de los hombres o de los dioses. Espero no haberla aburrido. Usted sepa disculpar. Le repito ¿A usted se le ocurre algo por lo cual brindaríamos dos personas como nosotros?

Mujer: Si, brindo por el monolito nuevo que han colocado allí. Me parece hermoso. Es más es muy poderoso. Fíjese bien. Tiene una virtud; ha logrado soslayar a las viejas estatuas. Muy virtuosamente ha logrado borrar la memoria. Perdón!. Me refiero a ese pasado turbio y oscuro. El de los márgenes de la plaza, el de los rincones delictivos. Miré allí en la esquina oeste, se juntaba un grupete de ladrones a planear sus robos. En la esquina norte, la prostitución. Y justo en la esquina del monolito el Estado. Hizo de todo, pero en éste caso, nadie se enteró, o bueno, como decirlo, apenas escuchaban los ruidos o los gritos, los vecinos bajaban la persiana. Por eso creo que ha venido muy bien ese monolito que todo lo borra. Es tan bonito, con esos motivos manieristas, hermoso, hermoso, hermoso!!! Un chiche de la historia del arte. A la ciudad le vendría muy bien, un poco más de arte.

Joven: Entonces brindamos por eso. ( entrelazan los brazos y beben las gaseosas, luego de tragar, expresan la satisfacción)

Joven y Mujer:( simultáneamente) Ahhhhhhh!!!!

Joven: Esto es realmente exquisito.

Mujer: Lo es.

El joven luego de una pausa, súbitamente intenta besar a la Mujer.

Mujer: Deténgase ( lo ataja con una toma de karate, el joven se retira y se arrepiente) Sabía que íbamos a llegar a esto. No es que usted no me atraiga, pero no creo en éste tipo de vínculos entre un hombre y una mujer. Siempre igual. Erotismo, erotismo y erotismo. ¿A caso no podríamos ser amigos?. Usted hombre, yo mujer. No necesariamente tendríamos que acabar utilizando nuestros genitales para construir algo. Le explico; nos ha confundido la media, creemos que necesitamos el cuerpo del otro. ¿Verdad?. No es eso lo que quiero. Imagino un mundo de hombres y mujeres elaborando sistemas mixtos. Que hermosa palabra, mixto. Colegio mixto. Salsa mixta. Leyes mixtas, baños mixtos...

Hombre: Pero si sólo le intenté dar un beso. Nadie dijo o pensó en utilizar los genitales. Además los genitales no "se usan". Se relacionan. No me va a decir ahora que a usted no le agrada. ¿No tiene fuego adentro?.

Mujer: Por supuesto, tengo fuego en todos mis bolsillos, fuego de encendedor, de cigarro y arden todos de la misma manera. Pero ésto es diferente. No importa. Mejor hablemos de otra cosa. Espero que no se ofenda por mi rechazo.

Hombre: No, su represión no me ofende. Sólo la limita a usted.

Mujer: ¿Represión?

Hombre: Represión. ¿Timidez?, ¿Histeria?.

( La incomodidad entre ambos se evidencia en un largo silencio.)

Mujer: Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!,(enloquece) Mándeme a un hospicio para locos si usted prefiere. Es inútil. A veces los veo a todos ustedes, como primates. Se acuerda cuando nos encerraban por histeria pronunciada en los nosocomios...( se ríe a carcajadas). ¡Qué ignorantes! Uster, útero, hister, histeria: enfermedad causada por la posesión de útero; condición por la cual, la mujer no logra ser completamente racional. ( sigue riendo a carcajadas). Derramamiento de sangre... emociones, reacciones de subversión a la sujeción, todo en la misma ensalada de la histeria.

Joven: Usted conoce de Historia ¿Verdad?

Mujer: Lo que la memoria me permite.

Joven: Recuerda la Historia de las guerras. La carne de cañón. Jóvenes e inocentes. Temblábamos. ( se para en el banco y canta ) “Por Dios, por la Patria y el Rey murieron nuestros padres. Por Dios, por la Patria y el Rey moriremos nosotros también”. ( se sienta nuevamente) La debilidad nunca. Privilegio de doncellas o mujeres de primera clase. Mi padre, como el suyo, hizo lo que pudo.
Mujer: Mi padre, hizo lo que pudo, es cierto, o quizás un poco más.

(Silencio. La mujer se recuesta en el regazo masculino. El hombre acaricia su cabello. Ambos se duermen. )


Escena Segunda
Un hombre y una mujer viejos sentados en una galería

Mujer: ¿ Otra vez despierto?
Hombre: ¿ Y que hacemos sino?
Mujer: Dormir un poco más.
Hombre: No puedo.
Mujer: Lo entiendo.
Hombre: Recordé que el foco de la galería se quemó y me desperté para cambiarlo. Esta noche podríamos cenar allí.
Mujer: ¿Invitamos a alguien?
Hombre: ¿Para celebrar esta vigilia?. Resignados a continuar.
Mujer: ¡Si! ¿Porqué no?. Para entretenernos.
Hombre: Sale el sol por el este. Mire se está aclarando sin que nos demos cuenta. Años atrás mi día estaba fragmentado en segundos y minutos. El día se me acababa, como cuando la arena se escurre entre los dedos. Al final sólo la deseaba a usted y arremolinarme en las sábanas.
Mujer: Lo recuerdo todo. Por eso debemos celebrar que el día esté continuado, entero para hacer lo que nos plazca. ¿Desayunamos?
Hombre: ¡ Ay si! Para despabilarnos. ¡Café con leche y medialunas!
Mujer: ¡Mmmm, huevos revueltos con tocino, jamón, queso, jugos y licuados de frutas, una pastelería variada en galletas de manteca, panes y facturas. Mermeladas de frutos del bosque, quesillos para untar en las tostadas. Todo mezclado con dos o tres tazas de café con leche. ( Silencio) Sería un suicidio. ¿ Te de hierbas?
Hombre: Mejor.
Mujer sale a buscar el desayuno.
Hombre: Es que eso es lo que no entiendo. ¿ Porqué procurar sobrevivir si ya sabemos que debemos irnos?
Mujer: ( se asoma) Para seguir amaneciendo juntos y disfrutar el día sin jaqueca. (sale)
Hombre: ¡Y a seguir esperando la muerte!. ( grita).
Mujer: ( regresa con una bandeja y dos tazas de te) No hay razón para alarmarse. ¿O no es eso lo que hemos hecho durante toda la vida?
Hombre: No. No lo admito. Uno vive creyéndose inmortal. Sería una tragedia rendirse por completo en la juventud.
Mujer: Tragedia es vivir como usted sugiere; creyéndose inmortal y desperdiciar momentos valiosos, añorando el sueño de otros, cumpliendo con todo, siendo eficiente, obedeciendo infinitamente y... reflexionando estupideces. Creyendo en la vastedad de un tiempo tirano, que no devuelve ni un segundo echado al desconcierto o a la tristeza. Y cuando uno se despierta, la muerte, casi en la nariz. ¿Habremos sido felices?. Esa es la cuestión. No se trata de la preocupación por el final. Desde mi perspectiva me ocupa más la mente ésta pregunta. De la felicidad me refiero.
Hombre: Mejor tome un trago más de te. Le va a hacer bien. Este té se produce en Inglaterra es el llamado earl gray. Creo que significa hebra gris. Según me informaron tiene un dejo a bergamota. Sofisticado ¿Verdad?.
Mujer: Usted sabe que mi paladar jamás acompañó las excentricidades culinarias. No es que no me interese, pero al final, la verdad, no distingo los sabores pequeños.
Hombre: Se da cuenta. Hecho por la borda mi sutil intento de cambiar el tema. Imagínese que podríamos regresar fácilmente a la muerte, una y otra vez. Y yo me estoy poniendo un poco paranoico. Por momentos me imagino a San La Muerte detrás de cada puerta. Incluso a veces me da la sensación de haberlo visto mirándome. Guiñándome un ojo y sonriendo. Le ruego, le imploro que haga usted todo lo posible para distraerme de este suplicio. Me ataca la ansiedad y temo cometer un suicidio para terminar con este enigma.
Mujer: Yo no soy su payasa. Póngase a ver televisión. Fíjese que el huidizo es usted. Yo empecé a hablar de la felicidad y usted me tapó la boca con un traguito de Earl gray. Usted tiene miedo a hacer un raconto de su vida y encontrarse con momentos... ¿ Desperdiciados ?. A ver, para disuadirlo de la muerte, contésteme; ¿ Ha conocido la tristeza?.
Hombre: Pero, ¿Qué manera es esa de disuadir un tema tan escabroso como la muerte, evocando uno peor como la tristeza?. Esto me aburre. Prefiero tocar la ocarina. ( saca de su bolsillo una ocarina y toca una melodía) No se si he conocido la tristeza pero el vacío seguro. Por suerte con el tiempo pude colmarlo.
Mujer: Hermoso lo que ha hecho con ese instrumento. No conocía ese don. ¿Cómo dijo que se llamaba?.
Hombre: Ocarina. ¿Quiere que le cuente el origen de este útil? Espero que no me diga que tampoco tiene oído para sonidos pequeños.
Mujer: No he sido formada en una cultura musical pero me gusta escucharlo. Toque un poco más.
El hombre sigue tocando. Luego se detiene.
Hombre: Le cuento algo. Este instrumento musical de viento de forma alargada, a veces redondeada, contiende ocho agujeros y produce sonidos diferenciados según se tapen o destapen los mismos. ( silencio)
Mujer: ¡Chocolate por la noticia! No me ha informado nada nuevo. Es más también suele llamarse flauta, pipa, cornetín.
Hombre: Pero que tecnicismo,¿no?. Produce sonidos diferenciados según se tapen o destapen sus agujeros... Me aprendí la definición del diccionario. Soy un enamorado del diccionario. Es que allí todo es tan, sintético que a uno lo ayuda a expresarse con mayor claridad. He pasado tardes enteras buscando palabras desconocidas y aprendiendo su significado, memorizando lo que pude.
Mujer: A ver... Foliación.
Hombre: Uno: Serie numerada de folios de un escrito. Dos: Acción del brote de hojas en las plantas.
Mujer: ¡Wuauuuu! Sorprendente. ¿Garza?
Hombre: Ave de patas y picos largos y silueta esbelta. En Europa existen dos especies: la garza real y la garza imperial.
Mujer: ¿Y en el resto del mundo?
Hombre: A no lo sé. Al resto del mundo ni lo mencionaba la definición.
Mujer: ¡Que raro!. Como si no existiesen garzas más que en Europa. O quizás en el resto del mundo existan garzas republicanas. O porqué no proletarias. Claro allí en Europa si no son monárquicas, seguro son expansionistas, perdón digo, democráticas, como los franceses en África.
Hombre: La verdad no lo sé. Le repito que la definición no mencionaba más de lo que dije.
Mujer: Para el caso es lo mismo.
Hombre: Sigamos con más palabras, me entusiasma poner a prueba mi memoria.
Mujer: Déjeme pensar. Amor.
Hombre: Esa me la aprendí. Escuche. Uno: afecto por el cual busca el ánimo el bien verdadero o imaginado y apetece gozarlo. Dos: Pasión que atrae un sexo hacia el otro. Tres: Persona amada. Cuatro: Esmero con que se trabaja una obra deleitándose en ella. Cinco: Objeto de cariño especial para alguno. Ahí tiene, bien completa.
Mujer: Para mí se quedó corto. Le sugiero que se aprenda una nueva.... El amor es la capacidad de una persona de darse a otra, de ofrecer todo lo que puede hacer, o sea hay que ver la cosa en términos de acción. Yo amo, porque hago algo por esa persona y porque juntos nos hacemos el bien, construimos un presente para compartir. No se trata ni de una pasión desenfrenada e incontrolable, ni tampoco de una admiración que nos provoque una simbiosis sombría hacia otra persona.
Hombre: ¡Que conciente! ¡Felicitaciones!.
( relatan un monólogo a dúo)
Mujer: Siempre que llueven las hojas en otoño...
Hombre: Sale el sol en primavera...
Mujer: Nada hay nuevo bajo el sol...
Hombre: Ni arriba de él...
Mujer: Arriba nuestras creencias...
Hombre: Arriba el poder...
Mujer: Y abajo también el poder...
Hombre: Y los sueños? Arriba con los sueños!
Mujer: Soñar no cuesta tanto, la realidad un poco más, un poco, todos los días...
Hombre: Los días son nuestros, los sueños también...
Mujer: Los errores y las palabras mal usadas también son nuestras...
Hombre: Y nos dominan...
Mujer: Y nos ultrajan...
Hombre: Y nos quedamos chiquitos, como pollos...
Mujer: Indefensos...
Hombre: Esperando, la misericordia, el perdón, de aquellos que nos aman.
Mujer: Si es que nos aman. O nos soportan. O nos toleran...
Hombre: La magia del amor tiene escaso alcance. Ilusión de pardos.
Mujer: El amor, alcanza. Es lo único que alcanza.
Hombre: Todo lo demás es aburrido. Y pasajero.

Escena Tercera

Mujer: Usted me interesa. Hábleme de usted.
Joven: ¿Yo?. Yo… he viajado mucho. Come le dije antes, no me interesa mucho donde nací. Ya crecí. Soy un muchacho fornido de bellos oscuros. Superé la infancia y la adolescencia. Hoy deseo algo así como experimentar el amor. Tuve una familia grande. Amigos para todo. He vivido en los acantilados del Norte. Me he recostado en la arena desde los siete años de edad y he fumado tabaco a los 14. No tuve sexo hasta los 23, con una mujer me refiero. Antes lo hacía solo. Mi primera cerveza acompañó el festejo de un matrimonio cercano. Luego siguieron las bebidas fuertes y las borracheras. Los amigos de la noche, y las mujeres, y las mujeres, y las mujeres. Las mujeres que no se quedaron nunca. Rostros, cuerpos, sudores y luego el asco. El arrepentimiento a veces. El deleite otras. Cada vez menos el deleite. Y ahora, la repetición. La vida me sabe a círculo. A ciclo. Cada semana la rutina me recuerda que tengo una vida sin sorpresas.
Antes todo tenía sabor y color a nuevo. A descubrimiento. La sonrisa de mis amigos, el rostro de mi padre, la serenidad de mamá. El visitante. El extranjero. Todo aquello me sacudía. Me sentía acompañado. La vida me abrazaba. Pero ya no es así. Subo y bajo escaleras. Bebo metódicamente mi café. Los horarios se anuncias de la misma manera. Comer, trabajar, dormir. Los fines de semana, matar el tiempo en entretenimientos y el aburrimiento llega en cada paso. Lo previsible presiona mis ojos y duelen. A veces pienso que voy a enceguecer. Juro que haría lo imposible por sentir algo de vértigo; de esos que se sienten en el estómago y luego nos elevan.

Mujer: ¿Gusta algo dulce?

Joven: ¡Siiiiiii! ¡Algo dulce, mmmmm, para el cuerpo y para el alma!

Mujer sale precipitadamente. Joven espera. Mujer regresa precipitadamente con dos chupaletas gigantes. Le da una al joven.

Mujer: Debe tener cuidado. Hay que sacar todo el celofán. De lo contrario se confunde con el caramelo. Como también es dulce.

Desenvuelven los dulces. Lamen simultáneamente y exclaman: mmmmmmmmmmmmmm

Joven: Esa es la idea que todo se confunda.
Mujer: Por eso hay que prestar atención.
Joven: Cuando era niño éstas cosas me parecían gigantes.
Mujer: Como nuestros padres. Enormes.
Joven: Como la vecina de 13 años. Pecas, senos creciendo. Sin mirarnos, nos convulsionaba.
Mujer: (se para y utiliza la chupaleta como espada. Amenaza en pose de esgrima) No empiece nuevamente con sus indiscreciones.
Joven: Disculpe. No lo puedo evitar. ¿Sabe esgrima? ( amenaza con su chupaleta en pose de esgrima).
Mujer: Algo, lo que el cuerpo me permite.
Mujer y Joven juegan con las chupaletas mientras dicen los textos. Pretenden una contienda de esgrima.
Joven: ¿Tiene acaso alguna razón por la cual luchar?
Mujer: Muchas
Joven: Arrójelas
Mujer:¿ Soportaría usted en una tarde como hoy, escuchar la narración de mis batallas?
Joven: Ya le he dicho que me atormenta el aburrimiento. Eso sería encantador.
Mujer: ¡Gracias público! ¡Loados sean los plásticos! ¡Aplausos! ( sugiere al joven)
Joven aplaude
Mujer: Gracias a la providencia o a la ciencia hemos logrado insertar sin peligro alguno, plásticos en nuestros senos. Innecesarios. Pero quedan una pinturita. ¡Que curvas! Hemos logrado una vez más enfatizar nuestro rol en la Historia; el de la obediencia. Aplausos.
Joven aplaude.
Mujer: Con nuestros nuevos métodos quirúrgicos podremos obtener múltiples ventajas, claro no espirituales, pero a quien le importa. ¡Ya no te atormentes mujer! ¡Provéete de una nueva ingesta!; la de los tratamientos. Consérvate inmutable, esbelta, sexual. Doncella Forever. Ingenua. Minimiza tu conciencia. No te angusties. Se sutil. Nada de reír como una hiena desencajada. Calladita. Sentadita en su lugar. Hermosa…
Joven: ¡Bravo!, ¡Bravo!, ¡Bravo!.
Mujer: No terminé.
Joven: Perdón, pero no entiendo bien a donde apunta.
Mujer: Estoy ironizando. No me interrumpa. ¡Provéete mujer de ésta nueva ingesta y come, consume todo lo que puedas!. Aplausos.
Joven aplaude.
Joven: ¿Terminó?
Mujer: Si.
( El cansancio se evidencia, se sientan en el banco y lamen las chupaletas)
Lentamente el joven trata de acercarse a la mujer. Cuando llega a aproximarse demasiado…
Mujer: Se ha dado cuenta de que nuestro peor enemigo es el ego. Nos empuja irrefrenablemente a obtener lo que se nos antoja.
Joven: Siiiii, es una porquería. ( regresa a su sitio)
Mujer: Nada cambiará en este mundo si no eliminamos el egoísmo.
Joven: Para ello deberíamos comenzar con el mundo todo de nuevo.
Mujer: ( parándose en el banco, grita) ¡ Y para ello, La Revolución!
Se rompe una pata del banco y queda ladeado. La mujer se baja. El hombre se para.
Joven: Nooo. ¿Qué dice?. La Revolución está demodé. Un fetiche. Fíjese que sus líderes se han convertido en héroes románticos de souvenir y camiseta. Encima ha roto el banco.
Mujer: Es cierto, pero hay otras luchas. Hay resistencia.
Joven: Mire. Ahora no tenemos donde sentarnos. Parados e incómodos. Usted le recomienda a sus mujeres no reírse como hienas y aquí usted grita como un demonio.
Mujer: ¿Un demonio rojo, quizás?
Joven: Por lo menos podría haber advertido que esto tenía una pata flaca.
Mujer: ¿Esto de la Revolución?
Joven: Todo esto.
Mujer: Por lo menos le quedan sus zapatos. Por lo del confort, digo. ( canta) Casi todo en éste mundo se parece a la mamá. Condición sine qua non.
( silencio)
Joven: ¿Aplausos?
Mujer: No es necesario. (Saca un papel de su bolsillo, lee) “Nos hacemos un deber comunicarle que su vehículo ha sido informado a la municipalidad como infractor / evasor a la obligación de realizar la inspección técnica vehicular”. Eso es lo que soy para el Estado, una simple contribuyente, y para peor infractora barra evasora. ¿Se da cuenta? Me siento estafada. Una rata.
Joven: Yo soy…. Contribuyente eventual. ¡Que ridiculez!
Mujer: Por eso sugería lo de la Revolución.
Joven: No redundemos por favor. Usted me ha agotado. No entiendo como sigo aquí.
Mujer comienza a reírse.
Mujer: Discúlpeme.
Joven: Está disculpada.
La mujer retira las chupaletas y las envuelve nuevamente en celofán. El joven se cruza brazos y mira hacia otro lado. La mujer lo mira.
Joven: Le repito. Usted me interesa.
Mujer: Usted me ha gustado siempre. Desde que lo imaginaba. La belleza que me ocurre tiene mucho que ver con usted. Pero el miedo es tan fuerte, que me confunde y tengo la sensación de que al final se asoma inexorablemente el dolor. Como un preludio. ¿Comprende?
Joven: ¡Por fin bajo la guardia! Claro que la comprendo. Pero déjeme acercarme. (ruega)
La mujer se acerca despacio y lo besa. El beso se profundiza en un abrazo apasionada. El joven se desmaya.
Mujer: Nooo! ¡Justo ahora que me animo!. Por favor reaccione. No me deje. ¿Qué voy a hacer sola?.
El joven yace en el suelo sin reacción.
Mujer: ¿Por qué pasa esto?. He sido brutal con usted. Discúlpeme. No deseaba vencerlo de esta manera. Cuanta calamidad. Otra vez. El desencuentro. ¿Respira? Menos mal. ¡Por favor, reaccione!. ¡Recupérese! No tiene sentido esto sin usted. Necesitamos trascender. Juntos. Haga un esfuerzo. Acompáñeme por favor. A mi lado. Eso es todo lo que le pido. Tengo que llegar a casa antes de las ocho. Está oscureciendo y la noche es como una aguja insoportable que me recuerda lo vacía que estoy. Tantas palabras, tantos discursos, y lo único que quiero es llegar a casa. ( llora).
Joven: ¿Qué pasó? Se me aflojaron las piernas y no recuerdo más nada. ¿Por qué llora?
Mujer: ¿Se siente bien?
Joven: Creo que me dio un golpe de calor. La verdad no me había imaginado que usted fuera tan apasionada. Por alguna razón perdí la esperanza y cuando usted me besó ya no pude aguantar.
Mujer: Tendrá que aprender a resistir un poco más. De lo contrario me hará sentir sola.
Joven: La petit morte que le dicen. Lo importante es que no he tenido tiempo de aburrirme. Quisiera seguir.
Mujer: ¿ Cómo lo hacemos?. Se me fue el entusiasmo.
Joven: Sería mejor relajarnos un poco. Tirarnos a mirar las estrellas.
Mujer: Mientras no se duerma o se desplome nuevamente.
Joven: Recuéstese. Aquí. Confíe.
Se recuestan juntos en el suelo.
Mujer: ¿Le teme a la noche?
Joven: Jamás he tenido miedo a la oscuridad. De niño, quizás, un poco.
Mujer: No, me refiero al ocaso, al final.
Joven: Si, pero mientras usted siga aquí...
Se duermen
Fin de la obra.

No hay comentarios:

ANTOLOGIA TEATRAL

ESTA ¨ANTOLOGIA TEATRAL¨ QUE TIENE COMO FIN MOSTRAR Y DIFUNDIR LOS TEXTOS INEDITOS, O YA EDITADOS DE LOS AUTORES QUE FORMAN PARTE DE LA ASOCIACION DE DRAMATURGOS DE CORDOBA.